sábado, 9 de abril de 2011

Poesía desde 1939

Se denomina Grupo Cántico al más destacado grupo de artistas cordobeses en la Posguerra española, fundamentalmente poetas, pero también pintores, agrupados en torno a la revista del mismo nombre:
Pablo García Baena, Ricardo Molina, Julio Aumente, Vicente Núñez, Juan Bernier y Mario López entre los poetas, y Miguel del Moral y Ginés Liébana entre los pintores.

La revista Cántico tuvo dos épocas; la primera transcurrió entre 1947 y 1949, y la segunda entre 1954 y 1957. Entre las claves de la misma estaban, según García Baena, «el ahondamiento en la búsqueda de la palabra justa, a veces desusada pero siempre precisa, el intimismo llevado como experiencia hacia un paganismo carnal que puede retroceder ante el acompasado gregoriano de la penitencia, la recuperación de la imagen y la metáfora, tan desdeñadas por los secos poetas escurialenses de la época. Nada de esto era nuevo pero sí ponía sobre el humilde mantel de hule de los racionamientos el poder deslumbrante de Góngora, el erotismo decadente de los modernistas, el ritmo sugestivo y caudaloso de la Generación del 27. Desoyendo a Ortega los poetas de Cántico hicieron una poesía expresamente impura e intensamente humana, visual, una plenitud armónica de intelecto y sentidos».

Cántico tenía una universalidad de la que carecían las estrechas publicaciones poéticas de la época, atendiendo especialmente a las traducciones: W. H. Auden, Czesław Miłosz, André Gide, Louis Aragon, Pier Paolo Pasolini, T. S. Eliot o Eugenio Montale, junto a los poetas chinos o la voz de las lenguas peninsulares, poesía en catalán o en gallego. Fue famoso en especial el número de homenaje a Luis Cernuda, primero que se le otorga al entonces casi ignorado poeta sevillano, exiliado en Reino Unido y México; a partir de entonces es innegable su vigencia en la poesía española. Cántico también estuvo abierto incluso la poesía social de Gabriel Celaya o Victoriano Crémer, lo que desmiente el supuesto aislamiento y la falta de contacto del grupo con las otras corrientes de poesía española, pues Cántico no fue una torre de marfil. 
Cántico revitalizó el mundo de la poesía andaluza de posguerra. Reivindicaba una mayor exigencia estética, enlazando con la poesía de la Generación del 27, influyendo en las generaciones más jóvenes y sirviendo de puente entre los Novísimos y la Generación del 27.

Un artículo de Babelia de Antonio Ortega comenta las últimas novedades editoriales: Los mejores libros de la primavera 2011: Poesía.

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