sábado, 16 de abril de 2011

Metáfora, metonimia y sinécdoque

La metáfora, la metonimia y la sinécdoque son tropos. Un tropo es una forma de cambio: en los tres casos existe un término o plano real (aquello que se significa) y un término o plano imagen (nuestra forma de verlo: lo que utilizamos para significar.)  El lexema tropo lo encontramos en algunas palabras: heliotropo, fototropismo, entropía. En cuanto a la metáfora, su etimología también se encuentra en el griego: meta- (“más alla de”) y fora (“llevar”).

La metáfora es muy útil. Forma parte de nuestra forma de pensar, y nos permite hablar de algo por comparación, o más bien: identificación, con otra cosa más conocida. No es sólo una figura retórica: es, ante todo, una forma de pensamiento.

Tanto es así que a veces se lexicaliza (es decir: se incluye en el diccionario), y no percibimos la palabra como una metáfora. Ocurre, por ejemplo, cuando hablamos de “la falda de una montaña”, del “ratón de un ordenador”, o cuando “sacamos de quicio a alguien”.

La primera clasificación de la metáfora que encontramos es la diferencia entre metáfora pura e impura: en el primer caso, la metáfora aparece directamente;: en la segunda, aparecen tanto el término real como el imaginario.

En la metonimia tenemos una relación de contigüidad, de posesión, de grado o proximidad, de pertenencia a un mismo grupo, especie... Existen muy diversas posibilidades: causa por el efecto, efecto por la causa, el continente por el contenido, el lugar de procedencia por el producto allí producido, una cercanía física, etc. Así, si decimos, “tienes que poner la mesa” hacemos una metonimia: no ponemos la mesa, sino que ponemos encima de ella lo que sea necesario para comer; si decimos “ya he hecho la cama”, no hemos hecho ni fabricado ninguna cama, sino que hemos arreglado las sábanas; podemos tomarnos "una copa", y lo que hacemos es beber lo en ella contenido; etc.

La sinécdoque es un tipo particular de metonimia: consiste en la substitución de la parte por el todo, o el todo por la parte. Si decimos, “España ganó a Holanda”, hacemos una  sinécdoque. Cada país queda representado por una parte: la selección nacional. Si decimos, “el césped estaba en pésimas condiciones”, también. En ella, césped = campo de juego.

Para analizar una metáfora, metonimia o sinécdoque debemos, pues, examinar qué relación hay entre los términos real e imaginario: en el caso de la metáfora la razón (es decir: la relación) será de semejanza (y nótese: hay una cualidad en común que se destaca); si es una metonimia, el tipo de relación de contigüidad o cercanía (que puede ser física, pero también conceptual).  En la sinécdoque será necesario observar cuál es la parte y cuál es el todo. Y debe advertirse, de nuevo, que la “parte” puede ser una cualidad, que se destaca, del conjunto de cualidades que conforman el todo. En cierto sentido, es reduccionista.

Las nociones de metáfora, metonimia y sinécdoque son productivas. Estos conceptos se emplean en psicología (destaca especialmente Jacques Lacan), en antropología cultural (así: Claude Lévi-Strauss y Mary Douglas. Existen metáforas no verbales). Y, por supuesto, en lingüística (especialmente, aparte de en la teoría del lenguaje literario, en la lingüística cognitiva y en la teoría del discurso).

Es especialmente interesante el uso de la metáfora en el discurso político. George Lakoff, coautor del libro Metáforas de la vida cotidiana, realiza un análisis, por ejemplo, de las metáforas empleadas para justificar la Guerra del Golfo.

Las metáforas pueden matar. Y destruir al adversario político: en España, es usual (últimamente) decir que “un político ha dado un patinazo”; que “está intentando arañar votos”; “que echa cortinas de humo”; “que hay que enterrar el pasado”, "que está acabado"; que determinado acto "ha sido 'un torpedo más' en 'la línea de flotación' de la credibilidad y la confianza de la economía española"; etc.

Las metáforas de la vida cotidiana, al destacar una cualidad, son reduccionistas, e implican aspectos ideológicos, y de manipulación del receptor del acto comunicativo. Si alguien patina, será porque se ha equivocado; si alguien araña votos, será porque intenta salvarse a toda costa; si se debe enterrar el pasado, será porque ya no es importante; si hay un torpedo en la línea de flotación, será que alguien es suficientemente tonto (o suicida o malvado) como para dañarse a uno mismo (y, además, se emplea una metáfora de tipo militar). Las metáforas son eso, metáforas: formas de ver el mundo de las personas que las emplean. 

Corresponde al receptor de la comunicación comprender no ya sólo el mensaje, sino las razones del mensaje. Existe un refrán que dice, "dime con quien andas y te diré quien eres": ciertamente. Pero también: "dime cómo hablas, y te diré quién y cómo eres, y lo que quieres". Y lo que quieres que yo quiera.

sábado, 9 de abril de 2011

Poesía después de 1939 (II)

La diferencia entre una "poesía arraigada" y una "desarraigada" fue planteada por Dámaso Alonso para definir las corrientes poéticas tras la guerra civil. No tuvo en cuenta, sin embargo, otros dos movimientos: el del Grupo Cántico, que antes citaba, y el Postismo.

La Wikipedia define el Postismo de esta manera:

El postismo es un movimiento marginal —que no grupo—, cuyo nombre es la contracción de postsurrealismo (como puede leerse en el Segundo manifiesto, aparecido en La Estafeta Literaria, número especial de 1946 y firmado por Eduardo Chicharro Briones, Carlos Edmundo de Ory y Silvano Sernesi), pero que en un principio quiso significar "el ismo que viene tras todos los ismos"; con esta denominación querían decir que este movimiento venía a ser la síntesis de todas las vanguardias literarias precedentes.

(La Estafeta Literaria era la revista literaria del Ateneo de Madrid.)

Fue el único movimiento poético, muy minoritario, que continuó la efervescencia de las Vanguardias; aparte de los movimientos vanguardistas, en la literatura española encontraron inspiración en el Barroco, en Valle-Inclán y en Ramón Gómez de la Serna.

De estos autores podemos destacar a Carlos Edmundo de Ory. Nacido en Cádiz (1923), se trasladó a Madrid en 1942; a partir de 1955 vivirá en Francia.  Muere el 11 de noviembre de 2010.

Una buena introducción a su poesía es la antología Metanoia, elaborada por Rafael de Cózar (1978). El título corresponde a una palabra griega de la retórica, traducida por “conversión” o "corrección": supone un cambio de enfoque, en el cual se vuelve sobre lo dicho, reduciendo su intensidad, o bien expandiéndola.

La etimología de la palabra incluye el prefijo "meta" (más allá de) y un lexema que expresa la mente y el conocimiento (cfr., por ejemplo, con "gnosis"); hace referencia a una anagnórisis (es decir: a la súbita comprensión de lo que ocurre), a la noción central de catarsis, de transformación ligada a una expansión del conocimiento.

Una poesía de Carlos Edmundo de Ory:

Hipérbole del amoroso

Te amo tanto que duermo con los ojos abiertos.
Te amo tanto que hablo con los árboles.
Te amo tanto que como ruiseñores.
Te amo tanto que lloro joyas de oro.
Te amo tanto que mi alma tiene trenzas.
Te amo tanto que me olvido del mar.
Te amo tanto que las arañas me sonríen.
Te amo tanto que soy una jirafa.
Te amo tanto que a Dios telefoneo.
Te amo tanto que acabo de nacer.


 Más poemas de Carlos Edmundo de Ory aquí.

Un poema de José Hierro

Canción de cuna para dormir a un preso

La gaviota sobre el pinar.
(La mar resuena.)
Se acerca el sueño. Dormirás,
soñarás, aunque no lo quieras.
La gaviota sobre el pinar
goteado todo de estrellas.
Duerme. Ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa.
No hay más que sombra. Arriba, luna.
Peter Pan
por las alamedas.
Sobre ciervos de lomo verde
la niña ciega.
Ya tú eres hombre, ya te duermes,
mi amigo, ea…
Duerme, mi amigo. Vuela un cuervo
sobre la luna, y la degüella.
La mar está cerca de ti,
muerde tus piernas.
No es verdad que tú seas hombre;
eres un niño que no sueña.
No es verdad que tú hayas sufrido:
son cuentos tristes que te cuentan.
Duerme. La sombra toda es tuya,
mi amigo, ea…
Eres un niño que está serio.
Perdió la risa y no la encuentra.
Será que habrá caído al mar,
la habrá comido una ballena.
Duerme, mi amigo, que te acunen
campanillas y panderetas,
flautas
de caña de son vago
amanecidas en la niebla.
No es verdad que te pese el alma.
El alma es aire y humo y seda.
La noche es vasta. Tiene espacios
para volar
por donde quieras,
para llegar al alba y ver
las aguas frías que despiertan,
las rocas
grises, como el casco
que tú llevabas a la guerra.
La noche es amplia, duerme, amigo,
mi amigo, ea…
La noche es bella, está desnuda,
no tiene límites ni rejas.
No es verdad que tú hayas sufrido,
son cuentos tristes que te cuentan.
Tú eres un niño que está triste,
eres un niño que no sueña.
Y la gaviota está esperando
para venir cuando te duermas.
Duerme, ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa.
Duerme, mi amigo…
Ya se duerme
mi amigo, ea…

De Tierra sin nosotros  (1947)

Y otro de Antonio Colinas

Nocturno

Duermes como la noche duerme:
con silencio y con estrellas.
Y con sombras también.
Como los montes sienten el peso de la noche,
así hoy sientes tú esos pesares
que el tiempo nos depara:
suavemente y en paz.

Te han llovido las sombras,
pero estás aquí, abrazando en la almohada
(en negra noche)
toda la luz del mundo.
Yo pienso que la noche, como la vida, oculta
miserias y terrores,
más tú duermes a salvo,
pues en el pecho llevas una hoguera de oro:
la del amor que enciende más amor.

Gracias a él aún crecerá en el mundo
el bosque de lo manso
y seguirán girando los planetas
despacio, muy despacio, encima de tus ojos,
produciendo esa música
que en tu rostros disuelve la idea del dolor,
cada dolor del mundo.

Reposas en lo blanco
como en lo blanco cae en paz la nieve,
duermes como la noche duerme
en el rostro sereno de esa niña
que todavía ignora
aquel dolor que habrá de recibir
cuando sea mujer.

Otra noche,
la nieve de tu piel y de tu vida
reposan milagrosamente al lado
de un resplandor de llamas,
del amor que se enciende en más amor.
El que te salvará.
El que nos salvará.


Una interpretación de Sepulcro en Tarquinia.  Y una crítica.

Y una poesía recitada por el propio Colinas: 

Un poema de Ángel González


Inventario de lugares propicios al amor

Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿A dónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.

Ángel González, Tratado de urbanismo.

Jazmín, de García Baena

Jardín
                   
La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.
            
Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.
            
Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;             
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.
            
Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.
            
Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.              

(Más poemas de este autor en Amediavoz). 

Poesía desde 1939

Se denomina Grupo Cántico al más destacado grupo de artistas cordobeses en la Posguerra española, fundamentalmente poetas, pero también pintores, agrupados en torno a la revista del mismo nombre:
Pablo García Baena, Ricardo Molina, Julio Aumente, Vicente Núñez, Juan Bernier y Mario López entre los poetas, y Miguel del Moral y Ginés Liébana entre los pintores.

La revista Cántico tuvo dos épocas; la primera transcurrió entre 1947 y 1949, y la segunda entre 1954 y 1957. Entre las claves de la misma estaban, según García Baena, «el ahondamiento en la búsqueda de la palabra justa, a veces desusada pero siempre precisa, el intimismo llevado como experiencia hacia un paganismo carnal que puede retroceder ante el acompasado gregoriano de la penitencia, la recuperación de la imagen y la metáfora, tan desdeñadas por los secos poetas escurialenses de la época. Nada de esto era nuevo pero sí ponía sobre el humilde mantel de hule de los racionamientos el poder deslumbrante de Góngora, el erotismo decadente de los modernistas, el ritmo sugestivo y caudaloso de la Generación del 27. Desoyendo a Ortega los poetas de Cántico hicieron una poesía expresamente impura e intensamente humana, visual, una plenitud armónica de intelecto y sentidos».

Cántico tenía una universalidad de la que carecían las estrechas publicaciones poéticas de la época, atendiendo especialmente a las traducciones: W. H. Auden, Czesław Miłosz, André Gide, Louis Aragon, Pier Paolo Pasolini, T. S. Eliot o Eugenio Montale, junto a los poetas chinos o la voz de las lenguas peninsulares, poesía en catalán o en gallego. Fue famoso en especial el número de homenaje a Luis Cernuda, primero que se le otorga al entonces casi ignorado poeta sevillano, exiliado en Reino Unido y México; a partir de entonces es innegable su vigencia en la poesía española. Cántico también estuvo abierto incluso la poesía social de Gabriel Celaya o Victoriano Crémer, lo que desmiente el supuesto aislamiento y la falta de contacto del grupo con las otras corrientes de poesía española, pues Cántico no fue una torre de marfil. 
Cántico revitalizó el mundo de la poesía andaluza de posguerra. Reivindicaba una mayor exigencia estética, enlazando con la poesía de la Generación del 27, influyendo en las generaciones más jóvenes y sirviendo de puente entre los Novísimos y la Generación del 27.

Un artículo de Babelia de Antonio Ortega comenta las últimas novedades editoriales: Los mejores libros de la primavera 2011: Poesía.

jueves, 7 de abril de 2011

Otro enlace interesante

He encontrado este otro enlace, que os lleva a un instituto de Talavera, donde se incluye material muy interesante. (Por supuesto: en cuanto a las orientaciones de Selectividad, tened en cuenta que ellos la realizan de acuerdo con otro formato.  Las sugerencias pueden ser, a pesar de todo, interesantes.)


viernes, 1 de abril de 2011

Certamen «Jóvenes Investigadores» 2011

Convocado por Orden EDU/730/2011, de 11 de marzo, por la que se convocan los premios del XXIV Certamen «Jóvenes Investigadores» para 2011, os pongo aquí la información, porque tenéis derecho a enteraros de lo que hay, y luego elegir. Si alguien se siente capaz... pero que no olvide que tiene que estudiar un montón de asignaturas (entre ellas, Lengua, ja ja!)

Es tremendamente difícil, porque hay que presentar un trabajo (y bien hecho, y que debería estar ya casi hecho), de forma individual o colectiva (hasta un máximo de tres personas), y antes del 16 de mayo. Es para estudiantes de niveles anteriores a la universidad,  que a fecha 1 de septiembre de 2011 hayan cumplido los 15 años y que el 30 de septiembre de 2011 no hayan cumplido los 21 años.

Año Internacional de la Química (y II)

Como es el Año Internacional de la Química, os voy a poner un enlace a una versión actualizada de la tabla periódica.

Año Europeo del Voluntariado


Inicialmente sugerido por el Consejo Económico y Social (2006), iniciativa recogida por el Parlamento Europeo (2008 y 2011), y a propuesta de la Comisión Europea, el 27 de noviembre de 2009 el Consejo de la Unión adopta la Decisión del Consejo 2010/37/CE sobre el Año Europeo de las Actividades de Voluntariado que fomenten una ciudadanía activa.

2011 será además el año en que se conmemora el décimo aniversario del Año Internacional de los Voluntarios de las Naciones Unidas, celebrado en 2001. 

Los objetivos específicos para el Año Europeo son:

  • Trabajar para lograr un entorno que favorezca el voluntariado: consagrar que el voluntariado forme parte de la promoción de la participación ciudadana y abordar los obstáculos que existen en el desarrollo de las actividades voluntarias.
  • Ofrecer medios de actuación a las organizaciones de voluntarios y mejorar la calidad del voluntariado: con el fin de ayudar a sus organizaciones a poner en marcha nuevos tipos de acciones voluntarias y propiciar el establecimiento de redes y cooperación entre la sociedad civil.
  • Reconocer las actividades de voluntariado: fomentar iniciativas apropiadas para particulares, empresas y organizaciones implicados en el desarrollo del voluntariado y conseguir un reconocimiento mayor de los responsables políticos, las organizaciones de la sociedad civil y los empleadores para las aptitudes y competencias desarrolladas a través del voluntariado.
  • Sensibilizar sobre el valor y la importancia del voluntariado: aumentar la conciencia general sobre la importancia del voluntariado como expresión de la participación ciudadana que hace su aportación a asuntos de interés común para todos los Estados miembros, como un desarrollo social armonioso y con cohesión social.
 Este es el enlace para recibir información.